La cueva se visualiza en galerías. La primera galeria, es un espacio como de cinco metros cuadrados donde apenas llega la luz solar débilmente, se encuentra una concreción cristalina de piedra que al herirla con un martillo u otro instrumento vibra como una campana, debido quizás a su homogeneidad. En esa galeria parte en dirección sur, un pasadizo o galería angosto como de un metro que conduce a la segunda galeria del mismo tamaño poco menos que la primera y cuyo piso está cubierto con las deyecciones de los murciélagos y aves nocturnas que tienen allí su guarida. 
Se pueden encontrar estalactitas y por consiguiente gran humedad proveniente de filtraciones a través de las capas de rocas, sobre todo en la época de lluvias.
En la cueva de Ña Plácida se han encontrado, algunas armas antiguas, como trabucos y cubanos; por supuesto perdidas por la oxidación que esas cuevas descomponen el aire cargado de nitrato, y huesos, observando las señales de haber sido campamento de alzados, bien fueran federales, o quizás con más probabilidades, patriotas huyendo de la persecución española.
